TRAINSPOTTING

Siguiendo un poco con la línea abierta en el número 0 de la revista,
sigo comentándoos lo mejor del cine británico, sin duda la única
fuente de buenas ideas de la que actualmente parece disponer el mundo
del cine, a excepción hecha de los realizadores argentinos y mexicanos
afincados en Hollywood, que se están encargando de sacar las castañas
del fuego a las grandes compañías, aliviadas por haber confiado en
ellos.


Bueno, hoy os quería hablar de Trainspotting, dirigida por Danny
Boyle, y que sin duda no te puede dejar indiferente, si es que tienes
sangre en las venas (o lo que cojones quieras que tengas, y más
después de verla, ya me entendéis...).


Haceros una sinopsis de la película puede que no sirva de mucho,
porque espero que todos la hayáis visto, vamos, pero si no, pues
tampoco me cuesta nada (en serio, si no la has visto, bájate del
árbol en el que hayas estado apartado del mundo durante años, ponte
delante de una cosa que se llama televisor, y de otra que es el DVD, o
el video en tu caso, porque si no conoces la película paso de
explicarte ahora lo que es el DVD, y date cuenta del tiempo
perdido...). A lo que iba, que me desvío del tema. Se trata de la
historia de un grupo de jóvenes, hasta las pelotas de la sociedad, del
mundo que les ha tocado vivir, y cuya única salida que les queda es
tirar de chutes de heroína, coca, y demás drogas variadas, para así
soportar la rutina y la mierda diaria a través de la perspectiva que
les proporcionan los colocones y el ir todo el día pasados.


Vale, volviendo con los que no la hayáis visto, no os penséis que es
una película absurda que se dedica a reflejar las juergas de unos
yonkis, y que se hace apología de la drogadicción. Nada más lejos de
la realidad. Lo cojonudo del tema es que el director realiza una
crítica bestial de la sociedad a través de esta gente, pero no es la
típica historia en la que se opone lo correcto y lo negativo, para
nada. No se trata de decir, joder, pobres chavales que lo único que
tienen para evadirse es chutarse y olvidarse. En ningún momento se
promueve lo positivo de su conducta, simplemente se refleja su manera
de afrontar los problemas, al margen de que sea apropiada o nefasta. Y
si aún no me creéis, verla, y si os parece que el ambiente en que se
mueven los protagonistas, y los problemas y situaciones que viven se
enfocan desde un punto de vista frívolo y aceptable, en serio, no sé
que película habéis visto, pero ésta, seguro que no.


Por cierto, aprovechando que hablo de los protagonistas, se salen, como
es costumbre en este tipo de películas. Ewan McGregor, por ejemplo,
pedazo de interpretación, es que parece que se drogue de verdad, en la
vida he visto a nadie interpretar de esa manera a una persona drogada,
y fijaos que digo interpretar..., o el monólogo del principio, si es
que te dan ganas de dar una hostia en la mesa y decir, somos unos putos
borregos de mierda.


Otro, Robert Carlyle, que interpreta a Begbie, menudo cabrón, pero es
que te partes. Atentos con la que arma en el pub con la jarra de
cerveza, o en los billares. Es un maldito violento, un pirado, está
loco, pero te descojonas, porque encima su lema es "jamás me
envenenaría con esa mierda". Es que el director no deja títere con
cabeza. Se supone que este tío no se drogaría en la vida porque tiene
la cabeza mejor amueblada que el resto, pero en cuanto te descuidas
está abriéndole la cabeza a otro tipo con una botella porque le ha
mirado mal, brutal. Me río yo de la parte cuerda de la película.
Uno más, que tampoco quiero destriparos a todos los personajes. Spud,
este sí que es la hostia. El típico atrapao, que ya no puede con su
vida, y que no hace más que joder a los que tiene alrededor, pero
está tan sumamente ido, que es que lo hace involuntariamente, y se le
acaba cogiendo cariño y todo, no sé como se puede conseguir un elenco
de personajes semejante, pero me quito el sombrero ante el guionista.
Por cierto, dos momentos cumbres para este tipo, cuando se despierta en
la cama de su novia, y en la entrevista de trabajo. Hacedme caso.


La acción ocurre parte en Escocia, para después viajar hasta Londres,
y volver a Escocia. Al igual que ocurre en Snatch, se hace un reflejo
diferente de la sociedad británica, pero si cabe, mucho más cercano a
la verdadera realidad que la que hacen otros títulos. Y os pongo un
ejemplo. Notting Hill, joder, he estado allí, y aún no entiendo
porque se llama así la película, porque no se refleja ni de lejos
cómo es aquel barrio, vale, mucho lujo, mucho cochazo, pero nada más.
Y el resto de Londres, hostia, que parece que te vas a encontrar a esta
gente paseando por la calle, o subiéndote al metro. No sé si me
entendéis, que se trata de reflejar las cosas tal y como son, que no
hay que endulzarlas ni adornarlas, lo bueno de las cosas reside
también en lo malo de las mismas (pilla frase filosófica...).


No puedo dejar pasar la oportunidad de comentar la banda sonora. Todos
habéis tenido que tararear alguna vez el tema de Iggy Pop, es genial.
Pero es que además tocan Damon Albarn, Bedrock, Blur, New Order,
Primal Scream, Lou Reed, ..., que más queréis. Abrid vuestros ojos
con la película, y vuestros oídos con la banda sonora, consejo de El
Nota.


La película se trata de una adaptación de la novela homónima,
escrita por Irvine Welsh. Por cierto, desde aquí, animo a todos a que
la leáis, antes, después o mientras veis la peli, pero que la leáis,
y por supuesto, espero que nuestro rincón de literatura le encuentre
en algún número un hueco, porque se trata de cultura contemporánea.


No sé que más os puedo contar, creo que ya os habréis creado una
idea del tema, los que no la conozcáis, y los que sí, pues como
siempre, que espero que estéis de acuerdo, y que si no, que lo
digáis, joder, que esto es un sitio abierto, que comentéis qué os
parece la película, el comentario, o que simplemente participéis, en
esta sección, o en las que querías de la revista. Que aunque
escribamos nosotros, sin vosotros no vamos a ningún lado, os
necesitamos, y queremos dedicar el mismo tiempo a leer vuestros
comentarios, como el que, esperamos, dedicáis vosotros a leernos a
nosotros.


Para despedirme, hay una edición en DVD (para el que estaba recluido
en el árbol, ahora las películas vienen en un disco, o en varios,
más pequeños que los vinilos, que espero que sí que conozcas, y los
metes en una especie de lector, que usa un láser, que lee los
datos,..., bueno, coño, que ahora ya no se rebobinan, ¿vale?) eso,
completísima, en dos discos, con un material adicional impresionante,
y muy, pero que muy bien de precio, aprovecharla. Buen cine a buen
precio, perfecto...