FILMOTECA

En este rincón encontrarás las películas que te aconsejamos veas si de verdad quieres disfrutar del buen cine. Haciendo honor al espíritu del blog, la variedad de géneros y de contenidos será una de las señas de identidad de los films comentados. Será imposible preveer cuál será la siguiente crítica, de ahí lo curioso de la sección.

jueves, 15 de marzo de 2007

CRONOS


Probablemente ésta se trate de una película no excesivamente conocida entre el gran público, primero por la escasa trascendencia mediática que ha tenido (no en vano, manga films, que es su distribuidora, no se caracteriza por darle especial bombo a sus lanzamientos), y segundo, porque su estreno en DVD ha sido relativamente reciente.

“Cronos” se trata de la ópera prima de Guillermo del Toro, director mexicano conocido muy a su pesar actualmente por su nominación al Óscar por la mejor película de habla no inglesa. Y no me malinterpretéis. No quiere decir que no le haya gustado estar nominado, sino que lo que le molesta es la moda pasajera de cómo ha sido nominado, pues ha pasado a ser famoso por eso, y no por su trayectoria, que es larga y genial.

Posteriormente dirigió “El espinazo del diablo”, ambientada en la Guerra Civil española (tema que le apasiona sobremanera). De aquí dio el salto a Hollywood, y tras la mediocre “Mimic”, dirigió “Blade II”, un dechado de efectos especiales, pero que tenía momentos impagables, como Santiago Segura hablando en rumano, y diciendo claramente Torrente 3, o actuaciones destacadas como la de Ron Perlman, con el que poco después hizo “Hellboy”, posiblemente la mejor adaptación de un cómic que se ha hecho nunca, junto con “Sin City” (Robert Rodríguez-Frank Miller), y posiblemente, “300” (Zack Snyder).

Su última película es la producción hispano-mexicana “El laberinto del Fauno”, que como ya he dicho anteriormente, le ha valido una nominación al Óscar en la gala de este año. Aunque no consiguió la estatuilla por esta nominación (algo lógico por otra parte, puesto que la película contiene una gran carga política pese a que se la tache de exclusivamente fantástica, y debido a esa crítica, la Academia no iba a premiarle), sí que se le intentó contentar con otros tres galardones de los considerados menores.

Centrándonos ya en la película que nos ocupa, fue dirigida en México en 1993, y cuenta en el papel protagonista con el gran Federico Luppi. Como curiosidad decir que en la película aparecen actores hispanohablantes y americanos, por lo que la acción, cuando ambos coinciden en pantalla, está rodada en dos idiomas, evitando así el doblaje, y la pérdida de significado y respetando la actuación original de cada actor.

La sinopsis es la siguiente: “En 1535 un alquimista ha construido un mecanismo extraordinario que otorga a su poseedor la capacidad de controlar el tiempo. El extraño objeto en forma de insecto dorado llega a las manos de un anticuario, pero el viejo y enfermo Dieter de la Guardia conoce los poderes del artefacto y estará dispuesto a todo para conseguirlo”.

La historia nos narra el conocido tema de la búsqueda de la eterna juventud, esta vez combinado con una visión contemporánea del mito del vampirismo. Ambientada en el México de los años 80, observamos como la ambición por alcanzar el poder, conlleva la progresiva destrucción tanto de los protagonistas, como de todo su entorno. Más que de una película fantástica o de terror, se trata más bien de un drama gótico.


Curiosamente esa es una etiqueta que Guillermo del Toro no puede quitarse de encima por más que lo pretenda. Cierto es que su entrada en Hollywood pues fue con un par de películas que no dicen mucho de su gran capacidad creativa, puesto que “Blade II”, y evito hablar de “Mimic”, pese a que sigue con la línea de calidad marcada por la primera (sí, lo admito, las dos primeras partes me encantan, cine bakala o lo que queráis, pero te pasas un rato de puta madre, entretenido y divertido viendo a los tipos estos volando y mordiéndose a diestro y siniestro), no dice mucho de los principios e inquietudes que Del Toro proporciona a sus obras. Y haga lo que haga se le tilda de director fantástico.

Vamos a ver, “El espinazo del diablo” está catalogada como una película de terror, por el simple hecho de que sale un fantasma (sí, no os echéis las manos a la cabeza, que no os chafo nada trascendental de la historia), pero por qué no se habla del contexto de la guerra civil, o del drama que viven los niños en los internados durante dicho período. O en “Hellboy”, que pese a ser una gran superproducción, el director tuvo total control sobre todo el proceso. Pues lejos de ser una simple película de súper héroes (por favor, si todavía seguís pensando eso, o bien no la habéis visto, u odiáis al tipo este) se trata de una de las historias de amor y de inadaptación social más heavys que se han hecho en mucho tiempo. Es una especie de “Shrek” (interpretar lo que digo por favor, salvando las distancias) pero ambientado en el género de las películas de acción. La típica historia de amor entre personajes marginados, pero que al final juegan un papel fundamental en todo lo que les rodea.

Y lo mismo ocurre con “El laberinto del fauno”. A parte de ser una fábula bestial, y un manual para cualquiera que quiera contar una historia fantástica, tiene un potentísimo trasfondo político con el tema de la resistencia de los maquis frente a la opresión franquista. Espero que se sepa ver, y se respete la seriedad de la película, que la tiene y mucha.

Pues en “Cronos”, tres cuartos de lo mismo. Si después de leer esto creéis que se trata de una película de vampiros más, pues o bien escribo en chino, o algo falla. Se trata de mucho más. Ambición, poder, megalomanía, miedo a la muerte, autodestrucción, traición,…, lo dicho, una obra de un genio, que ya en 1993 supo crear un retrato del ser humano que refleja las bases del hombre incluso en la época en que nos encontramos.